viernes, 27 de noviembre de 2015

El pago por resultados no acaba de cuajar






El pago por resultados (pay for performance o P4P) no acaba de cuajar, al menos es lo que se desprende de un artículo de The New York Times, al que he tenido acceso gracias al tweet de Ash Paul. Siempre que se habla de resultados en salud aparecen dificultades de definición debido a que la mortalidad, la calidad de la vida e incluso las minusvalías y dependencias tienen otros determinantes más poderosos que los sistemas sanitarios. A pesar de ello, la mayoría de países, de manera tozuda, insisten en introducir elementos de resultados en sus sistemas de pago de los servicios sanitarios.

Quizás uno de los motivos de esta obstinación es debido a que la incentivación económica actúa de manera conductista cuando se trata de mejorar eficiencias o de obtener objetivos operativos: valgan los ejemplos de la cobertura vacunal, la hemoglobina glicosilada o la prescripción de genéricos en atención primaria, o bien la estancia media, la tasa de sustitución de cirugía sin ingreso o la tasa de reingresos en atención hospitalaria. A este nivel más operativo, el hecho de incentivar ha demostrado eficacia, de una forma casi pavloviana.

La realidad es, sin embargo, que cuando se analizan resultados en salud, los programas P4P no obtienen los objetivos que a priori se esperaban. El artículo de NYT habla de un trabajo realizado en más de 3.000 hospitales donde se comparó mortalidad a 30 días del alta entre centros con pago tradicional y centros incentivados, sin ninguna influencia del P4P en los outcomes, incluso en procesos tan sensibles como los infartos de miocardio y los bypass coronarios. En otro estudio también se ha visto que las penalizaciones económicas por infecciones hospitalarias tampoco han conseguido ninguna mejora, y por el mismo camino van los modelos de incentivación en los programas de atención a la cronicidad.

Estas referencias prueban que el pago por resultados no acaba de cuajar, pero ello, lejos de desanimarnos, debería ser un estímulo para conseguir perfilar cuál es el valor que se espera de las actividades sanitarias, porque lo que es seguro es que no se puede seguir financiando a los proveedores de servicios sólo en funcionan de la actividad que acreditan que hacen.

Posted by Jordi Varela, editor

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