miércoles, 3 de diciembre de 2014

Odio a los indiferentes








Indro Montanelli (1909-2001), en un artículo en La Vanguardia del 28 de septiembre de 1988, explicó muy bien que una imagen nunca vale más que cien palabras. La imagen, demasiado a menudo, nos impresiona y concentra la atención, por lo que perdemos el contexto. Pero, a veces, una imagen (o un eslogan) puede ser un buen cebo para llamar la atención sobre un tema.

"Cinco paradas de metro representan cinco años de expectativa de vida en Barcelona" puede ser un ejemplo para poner de manifiesto que las desigualdades sociales las tenemos al lado de casa.




Dos artículos recientes hacen referencia a los determinantes de la salud de las personas. No es ninguna novedad decir que hay factores no sanitarios que tienen un gran impacto en la salud: la educación o los recursos económicos, por ejemplo. En el artículo publicado en Health Affairs [1] identifican cinco grandes categorías de factores que determinan la salud: genética, conducta, circunstancias sociales, influencia del medio ambiente y atención sanitaria. Por otra parte, Sayer y Lee explican el caso del impacto de las desigualdades sociales que se mantienen en tres generaciones de una familia [2] (como si fuera una prueba de la herencia de los caracteres adquiridos) y lo difícil que es compensar estas desigualdades. Cuesta tanto salir del ghetto!


El impacto de la crisis no lo tenemos que buscar en los malos resultados inmediatos en términos de salud [3]. El impacto real de la crisis está en el incremento de las desigualdades. Desde la perspectiva sanitaria es posible que no tengamos capacidad de resolver las desigualdades sociales, pero sí podemos tratar de minimizar su impacto. Por eso hay que estar pendiente de los más vulnerables: los niños [4] y las personas mayores con enfermedades crónicas [5]. Y desde la perspectiva sanitaria deberíamos estar muy pendientes de no acentuar estas desigualdades. Margaret McCartney, en su libro The Patient Paradox, llama la atención sobre el posible impacto negativo de algunas estrategias, como la de los programas de paciente experto, que pueden acentuar las desigualdades si no garantizamos el acceso de los que más lo necesitan.

Antonio Gramsci (1891-1937) nos recuerda que se requiere una cierta dosis de valentía para cambiar la realidad. No todo el mundo es lo suficientemente valiente. Pero Gramsci dice con contundencia "..odio a los indiferentes también porque me molesta su lloriqueo de eternos inocentes". "Vivir significa tomar partido" y, como mínimo, es exigible no permanecer indiferentes.








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[1] “Health Policy Brief: The Relative Contribution of Multiple Determinants to Health Outcomes,” Health Affairs, August 21, 2014.

[2] Sayer C, Lee TH. Time after time--health policy implications of a three-generation case study. N Engl J Med. 2014;371:1273-6.


[3] Segura Benedicto A. Recortes, austeridad y salud. Informe SESPAS 2014. Gac Sanit. 2014 Jun;28 Suppl 1:7-11.

[4] AQuAS. Central de Resultats. Efectes de la crisi econòmica en la població infantil de Catalunya.2014.

[5] AQuAS. Central de Resultats. Determinants socials i econòmics de la salut. Efectes de la crisi econòmica en la salut de la població de Catalunya.2014

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