lunes, 23 de diciembre de 2013

Coordinación, integración

Cada uno de los niveles asistenciales del sistema se ha hecho fuerte en una determinada característica: en primaria ha sido la función de gatekeeper, en los hospitales la jerarquización de los servicios médicos y en el sociosanitario la oferta de camas post-agudos. Y si miramos en el que se han traducido estas fortalezas, nos pondríamos rápidamente de acuerdo en que la primaria ha conseguido una actuación de proximidad y efectividad en prevención, los hospitales han obtenido unos niveles muy satisfactorios de resolución en patologías agudas y del sociosanitario ha sido muy bien recibida la imprescindible descompresión que ha aportado al sistema.




Estas mismas fortalezas, por cierto muy reconocidas, se convierten en rigideces en cuanto emergen nuevas necesidades que de alguna manera ponen en cuestión el statu quo. Sin embargo, les demostraré en 4 ejemplos como el sistema sanitario ha sido capaz de dar respuestas imaginativas sin despeinarse:
  1. Los comités de tumores de los hospitales fueron creados hace más de tres décadas para coordinar actuaciones clínicas que ya empezaban a ser complejas y, a pesar de que después de la reunión del comité cada uno de los facultativos se vuelve a trabajar a su correspondiente servicio médico, este instrumento ha aportado un poco de orden a los proceso clínicos, y así es percibido por los implicados, incluidos los pacientes.
  2. Los programas de transferencias de pacientes complejos entre hospital y domicilio son iniciativas de coordinación entre enfermeras de hospital y enfermeras de primaria. Cada una de ellas continúa trabajando a su nivel asistencial, pero ahora tienen memorizados sus números de teléfono y sus mails, y esta "pequeña" mejora comunicativa está siendo muy efectiva en la reducción de reingresos innecesarios.
  3. La actuación de la atención primaria ante los pacientes con diabetes tipo II es un ejemplo de integración "unilateral". Cuando este país reformó la atención primaria decidió que la diabetes era propia del primer nivel y, por este motivo, para esta patología, la primaria excepcionalmente no actúa de gatekeeper, sino que despliega un equipo basado en la actuación enfermera bajo el lema: "nos ocupamos de todo". El especialista, lejano, sólo se utiliza para casos complejos. Los resultados están siendo excelentes.
  4. Los programas de atención a la salud sexual y reproductiva son un ejemplo de integración organizativa que ha agrupado bajo el mismo paraguas los llamados centros de planificación familiar, los especialistas "de cupo" y los servicios de Ginecología y Obstetricia de los hospitales. Muchos de estos programas han sabido aprovechar esta integración "desde arriba" para mejorar procesos "por abajo", pero no en todos los casos eso está teniendo éxito.   


La coordinación siempre es buena, y eficiente, ya que con los mismos recursos se suelen mejorar resultados. La integración, en cambio, es más compleja; requiere liderazgo y unificación de recursos, pero, desgraciadamente, eso no siempre es sinónimo de éxito, al menos si no se tienen bien definidos los objetivos de la integración, pero de eso ya hablaré el próximo lunes 30 de diciembre.

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